Presbicia: La transformación de la visión y cómo abordarla. 

La presbicia, comúnmente conocida como «vista cansada,» es un problema visual que afecta a una gran parte de la población a medida que envejecemos. Suele presentarse en pacientes mayores de 40 años. Aunque es un trastorno ocular común, muchos no comprenden completamente sus efectos y opciones de tratamiento. En esta nota, exploraremos qué es, cómo afecta la visión y cómo se puede tratar.

Actualmente tenemos que realizar diferentes actividades laborales usando la computadora como herramienta principal. Esto conlleva una serie de esfuerzos del sistema visual para mantener la visión sencilla y confortable. Si se tiene en cuenta la población de trabajadores que dependen de los dispositivos digitales, no se debe excluir desde ningún punto de vista a los présbitas.

El hecho de tener presbicia puede implicar ciertos retos para desempeñar actividades con la computadora ya que la persona mantiene la mirada fija en la pantalla del dispositivo por horas. También se debe resaltar la cantidad de cambios de fijación entre la pantalla y el teclado, generando la necesidad de cambios acomodativos constantes. En cuanto a la parte de binocularidad, se van a necesitar también diferentes variaciones en la convergencia con la mirada alternante, y mantener la fusión en la mirada fija. También se va a ver implicada la calidad de los movimientos oculares, ya que será necesario mantener una muy buena coordinación tanto de los movimientos sacádicos, como los de seguimiento. 

Por otra parte, la necesidad de alta concentración para la realización de tareas con las pantallas desembocará en una reducción de la frecuencia de parpadeo que, en el caso del paciente mayor de 40 años, se combinará con la tendencia a desarrollar ojo seco por la edad. En este sentido, aumentará el riesgo de mayor evaporación de la película lagrimal y alteraciones subsecuentes de la superficie ocular que causarán un aumento del inconfort.

Qué es la presbicia y sus efectos:

La presbicia es un proceso natural del envejecimiento que afecta la capacidad del ojo para enfocar objetos cercanos. A medida que envejecemos, el cristalino (la lente natural del ojo) se vuelve menos flexible, lo que dificulta el enfoque en objetos cercanos, como las letras de un libro o las imágenes en una pantalla de teléfono.

Algunos de sus efectos son: 

  • Dificultad para leer textos pequeños.
  • Necesidad de alejar los objetos para enfocarlos correctamente.
  • Fatiga visual al realizar tareas cercanas.
  • Dificultad para ver en condiciones de poca luz.

Esto se debe principalmente a dos factores:

  • Pérdida de elasticidad del cristalino: El cristalino, que es la lente natural del ojo, se vuelve menos flexible con el tiempo. Esta pérdida de elasticidad hace que sea más difícil para el cristalino cambiar de forma y enfocar objetos cercanos.
  • Debilitamiento de los músculos ciliares: Los músculos ciliares son responsables de cambiar la forma del cristalino para enfocar objetos cercanos. Con el envejecimiento, estos músculos se debilitan, lo que dificulta aún más el proceso de enfoque cercano.

Afortunadamente, existen varias opciones de tratamiento efectivas para abordar la presbicia y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas:

  • Lentes para lectura: Los anteojos de lectura son una solución común y efectiva. Estos corrigen la visión de cerca y se utilizan solo cuando se realizan tareas que requieren enfoque cercano, como leer o trabajar en una computadora.
  • Lentes progresivos: Los lentes progresivos ofrecen corrección tanto para la visión de cerca como para la de lejos en un solo par de anteojos. Esto permite una transición suave entre las distancias, sin necesidad de cambiar de lentes.
  • Lentes de contacto multifocales: Para quienes prefieren no usar lentes aéreas, los lentes de contacto multifocales son una opción viable. Estos proporcionan la misma corrección para la visión de cerca y de lejos en un solo par de lentes de contacto.
  • Cirugía ocular: Algunas personas optan por procedimientos quirúrgicos, como la cirugía de lente intraocular, para corregir la presbicia. Estos procedimientos implican la inserción de una lente artificial en el ojo, restaurando la capacidad de enfoque en diferentes distancias.

Proceso de acomodación

Para entender mejor la presbicia es importante explicar el proceso visual de acomodación el cual nos permite ver nítidamente a todas las distancias.

Dentro del ojo tenemos una lente transparente, situada detrás del iris (parte que da color al ojo) y delante del humor vítreo (sustancia gelatinosa y transparente que le da forma al ojo). El cristalino está compuesto de material blando, moldeable y se encuentra contenido en una cápsula elástica. 

Esta lente tiene la capacidad de cambiar de forma haciéndose más curva para aumentar su poder. Cuando estamos viendo un objeto de lejos y miramos algo que está cerca, el músculo ciliar se contrae y el cristalino se abomba (curva), para poder ver con nitidez. Y si volvemos a ver un objeto lejano, el cristalino se hace más plano.

Cuando somos jóvenes el cristalino se curva con mucha facilidad, pero con la edad se va endureciendo, haciéndose rígido y dificultando cada vez más la acomodación, logrando que se pierda gradualmente la visión de cerca.    

Es esencial que las personas que experimentan síntomas de presbicia se sometan a un examen ocular regular con un oftalmólogo. Esto permite una evaluación precisa de la visión y la determinación de la corrección necesaria.

La presbicia es un proceso natural que afecta a la mayoría de las personas a medida que envejecen. Sin embargo, con las opciones de tratamiento adecuadas, es posible abordar los efectos de ella y seguir disfrutando de una visión clara y nítida en todas las etapas de la vida.

Para obtener más información sobre la presbicia y las opciones de tratamiento, se recomienda consultar a un oftalmólogo para obtener una evaluación personalizada.

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